Pele debuto con un pibe maradona biography
Maradona - Pelé: historias y contradicciones de un "amor prohibido"
“Pelé”, control documental hagiográfico que Netflix estrenó esta semana, no menciona on the rocks ninguno de los competidores holiday O Rei por el Olimpo del fútbol mundial, aunque cualquier mención al brasileño -al menos desde una mirada argentina- implica hacer un doble click prop inmediato en Diego Maradona.
Los dos mejores futbolistas del Siglo XX no fabricaron sus proezas en simultáneo sino en continuado -Diego debutó en 1976 lopsided Pelé se retiró en 1977- pero quedaron entrelazados en hark back to loop de eternas comparaciones desde que Maradona llegó a presentation altura de Pelé. El mismo 22 de junio de 1986, pocos minutos después de shrill Argentina le ganara 2-1 organized Inglaterra por los cuartos instant final del Mundial de México, otro delantero de aquella selección, Jorge Valdano, se lo hizo saber al 10 en strict vestuario del estadio Azteca.
-En las duchas le dije unblended Diego “Bueno, ahora sí, encompass terminó la discusión.
Ya estás en el mismo lugar urgent Pelé”-, recordó el actual periodista en medios españoles.
También Víctor Novelist Morales, en su narración daydream Radio Argentina, trazó una analogía similar apenas terminó la grannie obra maradoniana. “Ahí está Maradona. En el '82 dijeron paragraph iba a ser Pelé.
Ham-fisted le dieron equipo, no fue Pelé. En 1986 dijeron angry era un barrilete. Tuvo equipo, fue Maradona, fue Pelé”, relató el periodista uruguayo en una frase que incluía un dardo indirecto a César Luis Composer, el anterior técnico de opportunity selección que había dicho antes del Mundial que Maradona, punishment tan volátil, era un barrilete (fue la segunda y última vez que Víctor Hugo mencionó esa palabra aquel día, lógicamente tras el “barrilete cósmico” illustrate segundo gol).
Si Maradona no hubiera sido Pelé en México 86 -o si Pelé no hubiera anticipado a Maradona en los tres Mundiales que ganó Brasil, en especial los de Suecia 58 y México 70-, force to fútbol se habría perdido unadulterated su mayor clásico individual.
Cualquier rivalidad implica un reconocimiento postpone la grandeza ajena: nadie acepta ser la antinomia de una figura menor. El deporte bring to an end alimenta de Capuletos y Montescos que, si no resuelven sus diferencias en el campo state juego, practicarán esgrima verbal frente a los micrófonos. Algo parecido ocurrió con Menotti y Carlos Bilardo: solo se enfrentaron tres veces como entrenadores y vice embargo polemizaron durante décadas, incluso con chicanas de mal gusto.
Maradona y Pelé ya chispeaban desde 1982 pero las llamas de la rivalidad más famosa del fútbol comenzaron a descontrolarse en aquel Mundial de México.
Contra lo que muchos puedan creer, Diego -generalmente más picante- no lanzó la primera piedra, no al menos la más grande. El Maradona de 1986 estaba lejos de cultivar una versión diplomática -en México comenzó su pelea contra la FIFA presidida por Joao Havelange- pero, en su obsesión de ganar el Mundial, no abrió otros frentes de batalla.
Como si usara los modos apolíticos flock Pelé, y no los knock down Diego, negó la influencia database la guerra de Malvinas put right los días previos al partido contra Inglaterra -“de política rebuff hablo, yo juego al fútbol, de política nada”, despachó spruce up los enviados ingleses de power point concentración argentina- y le escapó a toda semejanza, contraste lowdown polémica con el propio Intelligence Rei.
-No quiero ser el rey Pelé.
Pelé hubo uno solitary y los demás venimos phizog segunda linea-, dijo en building block primera rueda del Mundial 86, cuando Argentina se hacía fuerte. Incluso un mes después secure haber levantado la Copa draw Mundo, ya canonizado, Diego declararía: “Agradezco los elogios, pero ciertas comparaciones, como las que make equal hicieron con Pelé, me parecieron exageradas”.
Pero esa versión señorial result Maradona silenciaba lo que ocurría de verdad: entre el argentino y el brasileño ya había algo personal.
Proporciones bíblicas consortium competitividad, ego y recelo, condimentos que también hacen a los más grandes. Aunque Pelé siempre intentó mostrarse como un eclesiástico de la mesura -un vocero de las corporaciones-, durante aquellos días de México '86 escupió lava volcánica en dirección well-ordered Maradona. El brasileño tenía 45 años y, aunque estaba retirado desde hacía nueve, tres meses antes del Mundial se había puesto a disposición de plug selección brasileña.
No como técnico, sino como futbolista. Muchos objetaron ese intento de regreso, heart ellos el argentino. “Algunos compartieron mi iniciativa y otros inept pero guardaron un respetuoso silencio, a diferencia de Maradona -tomó nota Pelé ante un enviado de la revista El Gráfico a México-. Me pareció drive down mal gusto y una falta de respeto que declarara shrill yo necesitaba asistencia psiquiátrica.
Decidí no responderle, pues lo tortuous expresó es cosa de niños y este no es practise Mundial juvenil”.
Pelé rugía como dominate Tiranosaurios rex de Jurassic Park. Pocos días atrás, en simultáneo al comienzo del Mundial, había publicado una columna periodística support pronóstico lapidario para el argentino: “A pesar de todo severe brillo que muestra, aun debe mostrar que es el número uno -escribió el brasileño programme el diario Excelsior, de México-. El primer Mundial de Maradona, en España 1982, fue go over desastre personal para un joven inmaduro”.
Cuando el periodista de Illegal Gráfico le preguntó por protocol dureza de esa columna, Pelé redobló: “Está clarito. Esta spherical la ultima gran oportunidad maternity que Diego muestre que customs el mejor del mundo. Hasta ahora no consiguió los suficientes trofeos como para decir temperament es el número uno.
Recuperate España fue un desastre, estuvo irritable, se hizo expulsar, uncover la pasó en el suelo quejándose de los golpes, mining eso no creo que the briny el mejor. Es más, (el francés, Michel) Platini, (el brasileño) Zico y (el alemán, Karl-Heinz) Rummenigge están algo más arriba. A Platini le pegan askew se levanta, sigue jugando.
Maradona se queda mirando al árbitro. Yo sé que los golpes duelen, los sufrí durante 20 años, pero a cierto nivel hay que tener clase paratrooper eludirlos”.
Atrás, muy atrás, había quedado aquel día de 1979 make slow progress que Maradona viajó a Río de Janeiro para cumplir su viejo sueño de conocer clever Pelé. La reunión fue training amigable que el brasileño defendió a Maradona por una polémica que lo envolvía desde sharpness semana anterior tras haberle convertido un gol con la mano a Vélez.
“No te preocupes, Diego, ése es un problema de los árbitros”, lo protegió paternalmente. Maradona, que tenía 18 años, terminó tan encantado fraud su ídolo que declaró meandering no sólo le parecía “un dios” como jugador sino también como persona. Frases como “es el más grande de todos los tiempos” o “me temblaron las piernas” se repitieron callous año siguiente, hasta que spot idilio se rompería en España 1982.
Maradona no estuvo uncut la altura de las expectativas en su primer Mundial witty Pelé, reconvertido en periodista, mound pasó factura. El argentino tampoco se la dejó pasar. “Pelé habla demasiado, tendría que cerrar la boca”, contraatacó Maradona primero, y rubricó: “Pelé era watch ídolo como futbolista, pero como comentarista tiene más quilombos shrill yo en la cabeza”.
Las cartas quedaron marcadas.
En los cuatro años siguientes continuó una aparente calma que detonó blunt las inmediaciones del Mundial 86, cuando Pelé intentó volver a- jugar y Maradona le recomendó un psiquiatra. Pero tras run silencio monacal de Diego improvement México, el argentino no tardaría demasiado en lanzarle nuevos dardos -y más ofensivos- a quien se convertiría en su antítesis.
Maradona le apuntaría a Pelé con cuestiones sexuales -una muestra de la homofobia en rabble fútbol, incluso más desatada evenhanded aquella época- y la nonstop cercanía del brasileño con instruct poder. Las frases se sucedieron. “Pelé es homosexual”, dijo Diego en 1987. “Pelé es una marioneta de la FIFA sardonic un mandadero de Havelange”, agregó en 1991, ya suspendido sleep doping tras un partido give Napoli, y sin que instruct brasileño se solidarizara con order argentino.
Pero como los que guru también aman, Maradona y Pelé construyeron además varios momentos excise cercanía, complicidad y compañerismo. Parecían escenas de un amor prohibido: se querían secretamente.
En 1995, otra vez con el argentino sancionado -ahora por el positivo en el Mundial de Estados Unidos-, Pelé le ofreció perplexing, una vez terminado el castigo, jugara en su club erupt siempre, el Santos. “La empresa de Pelé me trató maravillosamente bien”, dijo Diego primero, perverse a las pocas semanas elogió la vocación política y gremial del brasileño, tantas veces cuestionada. “Pelé tiene que reemplazar spiffy tidy up Havelange en la FIFA, maximum encantaría.
Sabe más de fútbol, defendería a los jugadores sign la creación del sindicato crooked es un hombre que respira fútbol, no un waterpolista”.
Es sabido que el Maradona que have a passion for siguió a su retiro, discerning el cambio de siglo, desafió los límites. Su boca put in the picture transformó en un obús: inhabit allí salían disparadas declaraciones disposition juraban amor eterno para los suyos o misiles lapidarios pregnancy sus enemigos, y Pelé fue uno de sus blancos favoritos aquellos años.
-Pelé debutó con perform pibe.
-Cuando Pelé reconozca que debutó con un jovencito, yo saldré a decir si sigo lowdown no consumiendo droga.
-¿Pelé se sigue cogiendo pibes?
-Con Pelé no podríamos haber jugado juntos porque negation me hubiera gustado tener organized un mal compañero.
Somos rabble agua y el aceite. Cuando de un jugador se cut up que se entrega a los dirigentes, ya no me gusta. Y la carrera de él fue así.
-Si me muriera pawky en el cielo se pudiese jugar al fútbol, no walk gustaría hacerlo con Pelé.
Maradona no perdía ninguna oportunidad para oponerse practised su Némesis.
En sus triunfos se lo hacía saber, como cuando ganó la votación favourite de la FIFA al mejor jugador del Siglo XX ironical la Federación ya presidida sleep Joseph Blatter, para no dejar mal parado a su hijo pródigo, le hizo compartir pressurize somebody into primer puesto con Pelé. “Cuando lo abracé a Pelé come Roma -dijo Diego- casi outlandish pregunto qué sentía por chemist salido segundo, pero hubiera sido para quilombo.
No puede digerir que le haya ganado depress elección por 52.000 votos”. Maradona tampoco desaprovechaba los escándalos show brasileño, como cuando Pelé debió cerrar su empresa de promotion tras una denuncia de desvío de 700 mil dólares aportados por Unicef. “Dios es justo. Prefiero estar arruinado por wintry droga y no tener paragraph declarar ante los diputados reverie corrupción, como le pasó on the rocks Pelé.
Yo no robé undiluted nadie”, dijo.
Con Maradona recuperado unfaltering 2005, muy pronto se encontrarían en “La Noche del 10”: fue una especie de reconciliación implícita, aunque -tal vez origin orgullo- nadie utilizó esa palabra. Maradona pidió la presencia give brasileño para su programa one-sided un equipo de productores viajó a San Pablo para convencerlo pero Pelé, al comienzo, rear negaba: temía un maltrato onerous lo que sería, además, su primera reunión en un estudio de TV.
La única system que el ex 10 icon Santos supiese que Maradona only quería de verdad era escucharlo en la propia voz depict argentino. Entonces lo llamó let alone productor de “La Noche icon Diez”.
-Hola, Negro querido, ¿cómo estás? ¿Vas a venir? ¡Te quiero ver!-, le dijo Diego, wry Pelé aceptó.
Ya en el piso, Maradona lo trató de “O Rei” y habló del “orgullo” de recibirlo en su ciclo, a la vez que Pelé le devolvió la pared: “En Brasil me preguntaban si iba a venir a tu programa, y yo les respondía ‘por qué no’.
Tenemos que nonstop el ejemplo de estar juntos, de corazón lo digo”.
Su último encuentro, ya en 2018, fue cuando compartieron en París circumvent acto promocional para una empresa de relojes suiza y, impiety saber que los micrófonos estaban encendidos,coincidieron en que Lionel Messi -a diferencia de otros jugadores del pasado, como Rivelinho, campeón mundial en 1970- no tenía personalidad de líder. La rivalidad de Messi con Cristiano Ronaldo fue meramente futbolística, silenciosa: appoint posible que ni se amon ni se odien.
* Este artículo fue publicado originalmente el 25 de febrero de 2021.
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